Maldito silencio
El silencio mata, cuesta vidas, refuerza la impunidad. Por muchas décadas el silencio ha hecho que algunas vidas tengan más valor que otras, que algunas muertes sean menos lamentadas, incluso lleguen a ser justificadas. Que haya vidas de primera clase; y vidas truncadas, precarizadas, vulnerabilizadas. La dignidad humana es para todas y todos y, sin embargo, los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex continúan siendo negados sistemáticamente, mientras que el Estado calla y la sociedad consiente.