El baile de los que sobran: a propósito de la campaña en contra de la igualdad de género

Este parece ser el corolario de una nefasta campaña pública que, durante los últimos tres meses, el Congresista Rosas, su hijo Cristian y algunos oscuros personajes políticos vienen impulsando. Se trata de una campaña nociva y mentirosa en contra del currículo escolar, siguiendo una estrategia regional concertada de ciertos sectores evangélicos ultramontanos, que pretende obtener los resultados que lamentablemente sí lograron en Colombia, con un duro revés a los Acuerdos de Paz y la renuncia de la ministra de Educación, y en México, atentando contra los contenidos curriculares relativos a la educación sexual.

Al parecer, y en beneficio de la ciudadanía nacional, esta campaña no tendría buenos resultados en el Perú, a pesar del apoyo explícito de la Conferencia Episcopal católica y de las iglesias evangélicas y su feligresía militante. Estos feligreses, sin voto de pobreza, marchan con pancartas de imprenta en mano, cuyo precio no debe bajar de 50 soles cada una, y banderolas de al menos 200 soles, y continúan insistiendo que en el Ministerio de Educación tienen un plan siniestro para «pervertir» a sus hijos, ignorando los esfuerzos del MINEDU y de la sociedad civil organizada para difundir el contenido del currículo y para que la ciudadanía pueda conocerlo y crearse una opinión propia.

Todo hace suponer que el fracaso de esta campaña también alcanzará a su demanda de «acción popular» en contra del currículo. Esto puede evidenciarse en los fundamentos de la Procuraduría del Estado en defensa de la política educativa. Sin embargo, es importante no perder de vista los desafíos que aún enfrenta la educación en nuestro país y que gobierno tras gobierno, por lo menos desde la época militar de los años 70’s, se ha ido precarizando, estableciendo una ruta muy alejada de una educación de calidad para todos y todas. Tal como las evidencias señalan, la educación de calidad es cada vez más un privilegio de pocos; mientras que, para la mayoría de la población, tal como dice la canción de Los Prisioneros, es el «baile de los que sobran».

Aun cuando para la mayoría de las familias la educación más que un motivo de orgullo, es de frustración, ésta continúa siendo valorada como la principal vía de progreso social y es, por ello, que la escuela es una parte esencial de la vida de las familias con hijos/as y la razón por la cual, el gasto familiar en educación es el segundo en importancia, después de la alimentación.

Por ello, la educación, no solo sigue siendo la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos e hijas, sino que es también un bien altamente valorado por el mercado. La última campaña electoral mostró claramente al país que el negocio de la educación ha permitido un enorme enriquecimiento de algunos empresarios, un negocio lucrativo que no solo permite tener sus propios equipos de futbol, sino, lo que es peor, sus propios partidos políticos. Este es precisamente uno de los argumentos de las dos madres y cuatro padres de la ONG «Padres en Acción», que han interpuesto la demanda contra el currículo escolar, al opinar que este currículo estaría atentando contra la libertad de empresa, pues según su entendimiento, el currículo escolar estaría interfiriendo en la educación de sus hijos e hijas al imponer objetivos educativos nacionales.

En este sentido, si algo bueno puede resultar de algo tan nefasto como esta campaña en contra de la igualdad de género, debería ser la oportunidad de fortalecer este enfoque y, sobre todo, difundir los beneficios y la contribución del enfoque de igualdad género en el desarrollo integral de las personas, como se demuestra en el Análisis de Investigaciones Rigurosas Sobre Educación como «Educación de las Niñas y las Jóvenes y la Igualdad de Género», realizado por las Universidades de Cambridge y de Berkeley y UNESCO[1], en donde se dan a conocer evidencias irrefutables o prometedoras del aporte de este enfoque y de la urgente necesidad que estas sean incluidas en los procesos educativos de la política nacional.

• Capacitar al profesorado en contenidos de igualdad de género, así como en habilidades para formar en actitudes de inclusión y tolerancia, harán que desarrollen un rol importante en la reducción de la deserción escolar de niñas y jóvenes.
• Las escuelas amigables con las niñas y las jóvenes y el mejoramiento de la calidad educativa que optimice la gestión, impactarán en una mayor participación de las niñas y jóvenes.
• El aprendizaje extendido fuera de las escuelas, mediante actividades extracurriculares, tiene un efecto positivo en la mejora del aprendizaje de las niñas y jóvenes.
• El aprendizaje en grupo contribuye de una manera muy efectiva en el empoderamiento de niñas y jóvenes.
• La enseñanza de aspectos personales, sociales y de salud, vinculados con la educación sexual, tanto en la escuela como en espacios comunitarios, tienen un impacto positivo en la mejor participación de las mujeres y en su toma de decisiones.
• El impacto de una cultura positiva y con inclusión de igualdad de género, hace que las escuelas sean más amigables y de mayor aceptación de las niñas y adolescentes

A diferencia de quienes hemos defendido y defendemos el enfoque de igualdad género en el currículo y en los materiales educativos, los y las detractoras de lo mismo no han sido hasta el momento capaces de mostrar una sola evidencia en favor de sus argumentos, lo que hace que gran parte de éstos sean solo afirmaciones estereotipadas y prejuiciosas, pretendiendo así desandar todo lo logrado en términos de igualdad para las mujeres.

Es cierto que no estamos en el mejor tiempo de la educación, tampoco estamos frente al mejor currículo, pero si estamos en un momento clave para mejorar lo que tenemos; y para ello es necesario no retroceder y defender lo conseguido. Esto lo debemos de hacer en nombre de las miles de niñas, niños y adolescentes que no tuvieron de aliada a la escuela y que hoy forman parte de aquella población que ni siquiera pudieron llegar al «baile de los que sobran».

Artículo escrito para IUS360

[1] http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Mexico/informeninas_01.pdf