Lo que destapó el sexo anal
El año pasado alertamos sobre problemas en los materiales educativos. En este contexto se reafirma que todos deben ser revisados, claro que sí. Se debe cuidar tanto el enfoque metodológico, como el contenido e información que se brinda. Poner un enlace a una página web pública ¿puede llevar a que el/la adolescente acceda a otra información no deseada? sí, pero si ha recibido buena información y educación sexual los años anteriores, sabrá manejar esta situación.
La información en la famosa página web sobre sexo anal ¿es pornografía?, claro que no. Esos contenidos nos horrorizan, si pues, porque destapa que nunca se ha recibido educación sexual integral y ha primado una vivencia sexual desde el pecado y la violencia, por eso es bueno que estemos hablando de ello ahora. Se pregunta si deberían los textos educativos de secundaria incluir contenidos sobre prácticas sexuales, entre ellas el sexo anal, claro que sí debería, con un enfoque pedagógico adecuado, para que sea posible educar en prácticas seguras, placenteras y sobre todo CONSENTIDAS.
Los grupos antiderechos perdieron hace poco una batalla contra la igualdad de género en las políticas educativas, y ahora arremeten contra la educación sexual, insistiendo en mentiras y desinformación. La educación sexual no promueve una práctica sexual determinada, brindar información no promueve nada en los y las adolescentes, pero sí permite que se hable sobre el autocuidado, sobre el consentimiento y sobre todo se rompen mitos, ya por bastantes miles de años hemos vivido en el oscurantismo de considerar la sexualidad como pecado, como algo nocivo en nuestras vidas y lo único que ha logrado eso es dolor, enfermedad y muerte.
Si pues, nos choca que nuestros y nuestras adolescentes lean sobre aspectos de la sexualidad, nos choca que se aborden estos temas, pero debemos ser conscientes que es porque hemos crecido pensando y sintiendo que es algo malo, que debe ocultarse, de lo que no se habla en casa, ni en la escuela, y se prefiere que esta información solo llegue por amigos, amigas o por revistas o videos porno, y por eso pues no aprendemos bien.
Sería muy importante que se les pida a los grupos antiderechos una clase modelo de ¿cómo se enseñaría la homosexualidad en las escuelas? que nos compartan ¿cuáles son los modelos pedagógicos, las estrategias de enseñanzas, los contenidos, los recursos pedagógicos? y más aún ¿Dónde podemos ubicar ello en las políticas educativas actuales?
Dicen los antiderechos que ellos defienden a los niños, ojalá lo demostraran más y mejor, pues podrían tener dentro de su agenda la muerte neonatal, o la desnutrición crónica o la anemia de miles de niñas y niños, y pedir explicaciones al Ministerio de Salud; pero parece que están obsesionados solo con la homosexualidad, y por supuesto, con el afán de sostener la discriminación contra un grupo de seres humanos, las personas LGTBI, quienes para ellos no merecen ni siquiera nuestro respeto, o vivir sin violencia, y a quienes constantemente deshumanizan, tratan de enfermos y los quieren fuera de nuestra sociedad.
Finalmente, mal camino si desde el MINEDU se cree que rodando cabezas como ofrendas a los antiderechos van a dejarles trabajar con tranquilidad, no debemos prestarnos a una “cacería de brujas” dentro de esta institución, que no pude claudicar en una educación sexual integral con enfoque de género, donde se hable con naturalidad y de manera comprehensiva de acuerdo a cada edad, sobre el sexo anal, entre muchísimas otras cosas.
Rossina Guerrero
Directora de Programas
#Promsex