Una realidad multicolor que se tiñe de rojo
Un 31 de mayo de 1989 un grupo de seis integrantes del MRTA acribilló a ocho personas LGBT en la ciudad de Tarapoto. En esta misma fecha, hace un año, una adolescente fue asesinada a balazos por un sujeto al descubrir que era una adolescente trans. Tan solo tenía 15 años y tuvo que experimentar una violencia basada en el odio hacia lo que se cree diferente y transgresor. Se llamaba Zuleymi y este al igual que el de Tarapoto es uno de los muchos casos de crímenes de odio motivados por la orientación sexual, identidad y/o expresión de género en el país. Esto ocurre en todo el mundo, como el caso de Daniel Zamudio en Chile asesinado por un grupo que se autodenominaba neonazi, o del activista gay Guillermo Garzón en Colombia.
Asesinatos que tienden a ser más violentos que aquellos donde la víctima es heterosexual. Esa es la característica distintiva. Otra diferencia, son las medidas que se toman para enfrentar y erradicar esta violencia. El Estado peruano, lastimosamente, esquiva la mirada y se vuelve cómplice de tales actos.
En estas últimas semanas hemos sido testigos del apabullante esfuerzo, de una mayoría congresal, por erradicar de toda norma o ley el enfoque de género y retirar el nombramiento expreso de las categorías orientación sexual e identidad de género de hasta el menor documento producido por el Estado. Dentro de una cadena de violencia los indiferentes son también agresores. El caso peruano no es la excepción, ya que se omite o se pretende negar la existencia de una realidad, y con ello se invisibiliza una problemática multicolor que cada vez se tiñe más de rojo.
Según el informe de la ILGA[1], en Latinoamérica, Perú se encuentra en la misma situación que Paraguay y Surinam, donde si bien es cierto no se penaliza la homosexualidad; sin embargo, no existe ninguna ley que proteja a esta población ante casos de discriminación o violencia motivados por la orientación sexual o identidad de género distinta. Como sí sucede en el resto de países latinoamericanos.
Según el Informe anual sobre Derechos Humanos de personas TLGB[2] de Perú, desde el 2008 al 2016 se han registrado 99 asesinatos de personas TLGB, siendo ello una muestra mínima de la realidad del contexto de violencia que experimenta esta población. Además, el Estudio Nacional sobre Clima Escolar[3] evidenció que 7 de cada 10 estudiantes LGBTI han sufrido acoso verbal por su orientación sexual en sus centros educativos, tornándose éstos en su mayoría en espacios inseguros y semilleros de violencia para las y los adolescentes LGBTI.
La violencia cometida por representantes del Estado y personas individuales; como asesinatos, ataques físicos, violencia sexual y otras formas de maltrato; entre las más frecuentes la conducta indebida e intolerante de agentes policiales a la hora de denunciar e investigar casos de violencia motivados por odio, provoca la reticencia de las víctimas a denunciar[4].
Frente a esta problemática, se debe precisar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informeViolencia contra personas LGBTI[5], emite recomendaciones a los Estados miembros a elaborar e implementar políticas públicas que contribuyan con la promoción del respeto e inclusión de las personas LGBTI en la sociedad. Asimismo, recomienda generar un marco normativo que proteja a las personas LGBTI de los crímenes de odio.
Las cifras de los informes mencionados anteriormente, señalan que el Estado Peruano no ha ofrecido una respuesta eficaz desde el marco normativo o políticas públicas con un enfoque interseccional que transversalice la problemática y contribuya a la promoción del respeto hacia las personas LGBTI. Por ende, es necesario identificar las siguientes medidas a tomar:
En el ámbito legal es precisa la adopción de un marco jurídico y normativo con enfoque interseccional que proteja a las personas LGBTI, basándose en los principios de igualdad y no discriminación y del derecho a la vida, que prohíban la violencia y reconozcan expresamente la orientación sexual, la identidad y/o expresión de género como motivos prohibidos de discriminación[6].
En el ámbito educativo es necesario promover la creación de espacios seguros donde las y los estudiantes puedan desarrollarse libre y plenamente. Tomando en consideración que las y los estudiantes trans son más vulnerables a la violencia escolar y la deserción académica[7].
En el ámbito de salud es urgente garantizar una atención integral a la población que experimenta casos de violencia y discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género.
El panorama mundial muestra que a lo largo de los últimos años han aumentado, las leyes que salvaguardan nuestro derecho a expresar una orientación sexual o identidad de género diferente, aquellas que nos protegen de la violencia y el odio, o las que nos reconocen como seres humanos que necesitan relacionarse. Sin embargo, nuestros problemas siguen convirtiéndose en campos de batallas ideológicas en los espacios políticos. Ante ello, la visibilidad será siempre la mejor estrategia política para exigirlos.
Al fin de cuentas, somos simplemente seres humanos que nacemos libres con igualdad de derechos y dignidad, como cualquier otro ser humano.
Columna escrita por Yordan Mañuico Politólogo del área de incidencia política de Promsex, para IUS360.
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[1] ILGA (2017). Informe Homofobia de Estado, Estudio jurídico mundial sobre la orientación sexual en el derecho: criminalización, protección y reconocimiento. Pág. 210. Disponible en: http://ilga.org/downloads/2017/ILGA_Homofobia_de_Estado_2017_WEB.pdf
[2] Promsex y Red Peruana TLGB (2016). Informe Anual sobre Derechos Humanos de personas TLGB en el Perú 2015- 2016. Disponible en: https://issuu.com/promsex/docs/informetlgb2015al2016
[3] Promsex y GLSEN (2016). Estudio Nacional sobre Clima Escolar en el Perú. Pag. 34. Véase en: https://promsex.org/index.php/documentacion/publicaciones/2992-estudio-nacional-sobre-clima-escolar-en-el-peru-2016
[4] ILGA (2017). Informe Homofobia de Estado, Estudio jurídico mundial sobre la orientación sexual en el derecho: criminalización, protección y reconocimiento Pág 20.
[5] CIDH (2015). Según Informe Violencia contra personas LGBTI. Véase en: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/violenciapersonaslgbti.pdf
[6] CIDH (2017) Pronunciamiento del Comité de los Derechos del Niño, Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura y expertos por el día internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. Véase en: https://www.iguales.cl/cidh-trans/
[7] Ibidem