Salud reproductiva en América Latina: una deuda vital para las mujeres
En el marco de la campaña “La Salud Reproductiva es vital”, organizada por CLACAI, las expertas se refirieron a la necesidad de que los Estados reconozcan los derechos reproductivos de las mujeres y los garanticen en el contexto de pandemia.
Con el objetivo de promover la garantía de los servicios esenciales de salud reproductiva y monitorear el impacto de la falta de acceso a estos servicios durante la pandemia en la región, el Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (CLACAI) lanza la campaña “La salud reproductiva es vital”.
“Las brechas de acceso, que ya persistían en América Latina, se han profundizando frente a la pandemia, dejando atrás a las niñas, adolescentes y mujeres en situación de pobreza o a quienes han sido marginadas por algún otro motivo. Algunas de sus múltiples expresiones son: el aumento de la violencia doméstica; las dificultades para acceder a métodos anticonceptivos; la falta de atención adecuada a embarazadas, durante sus controles prenatales, el parto y puerperio, o el aborto”, explicó Susana Chávez, secretaria ejecutiva de CLACAI, consorcio que integra a más de 90 organizaciones a lo largo de América Latina.
“Después de meses de encierro en donde las mujeres hemos dado nuestro máximo esfuerzo, necesitamos que el Estado deje de postergarnos. Nuestra salud reproductiva es esencial y con pequeños ajustes hoy, nuestro futuro puede ser mejor. Nuestras vidas están en juego, por ello resulta VITAL que los estados le den prioridad a que estos servicios, para que estén disponibles, sean accesibles y de calidad”, agregó la experta.
Para el lanzamiento de esta iniciativa, CLACAI reunió a las expertas Tatiana Rein, presidenta del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) y Alicia Yamin, experta en salud global e Integrante asociada senior del Petrie-Flom Center de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, para discutir los principales desafíos en materia de salud reproductiva en la región. En el evento titulado «Derechos reproductivos en pandemia: un problema vital», las especialistas, con la moderación de la periodista Diana Cariboni, analizaron la emergencia en la que se encuentran millones de mujeres en el continente.
“Para nosotras las mujeres simplemente es imposible pensar en un proyecto de vida sin poder controlar nuestras intenciones y capacidades reproductivas”, expresó Alicia Yamin, al abrir la conversación y luego agregó: “Si la mitad de la humanidad requiere de estos servicios como parte inherente de su dignidad, podemos pensar en que son esenciales y no se pueden reasignar sus recursos ni modificar la provisión de servicios”.
“Los hospitales se han tenido que acondicionar, es importante revisar cómo lo hacemos y cómo incorporamos una perspectiva de derechos, de género, para los Estados adopten las medidas para el COVID pero no se olviden de la protección del resto de los derechos”, explicó Tatiana Rein, quien indicó que la provisión de servicios para frenar el avance del Coronavirus no debería resultar en la postergación de los servicios de salud reproductiva.
Al respecto, distintos organismos han enfatizado sobre las implicancias que una postergación de estos servicios podría tener para las mujeres. Por ejemplo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señala que, en estos 6 meses de confinamiento intermitente, se estiman alrededor de 7 millones más de embarazos no planeados, y entre 13 millones y 51 millones de mujeres que utilizarían anticonceptivos modernos no podrán hacerlo.
La planificación, implementación y presupuesto de las políticas públicas que garantizan el acceso a estos procedimientos resultan vitales para millones de mujeres, que han quedado más expuestas a la violencia de género, embarazos forzados, a la mortalidad materna y perinatal, al contagio de infecciones de transmisión sexual, entre otros.
“Ante la actual emergencia y la respuesta limitada por parte de los Estados, surge la necesidad de posicionar, desde la sociedad civil organizada, una agenda de derechos reproductivos que tenga un enfoque de género y una mirada interseccional para la gestión de las políticas públicas orientadas a su garantía”, concluyó Susana Chávez.
Lima, 20 de agosto de 2020