La importancia de las ordenanzas antidiscriminación en el Perú
Durante los años 2008 y 2009 más de cuarenta municipalidades provinciales y distritales peruanas y tres gobiernos regionales aprobaron ordenanzas antidiscriminación. Entre 2014 y 2015 hubo algunos importantes avances en la capital del país y también en el interior.
Entre las más reciente se destaca la Ordenanza Regional de Arequipa, la de La Libertad, la de San Martín, la ordenanza distrital de Belén en Loreto, y una en el distrito de Miraflores. Actualmente también San Isidro cuenta con esta norma.
Conversamos con el abogado y activista peruano Wilfredo Ardito Vega, quien impulsó varias de las ordenanzas dadas en 2008 y 2009. Actualmente también participa en la Plataforma de acción contra la discriminación étnico-racial Alerta Contra el Racismo.
¿Que es lo que se busca con una ordenanza antidiscriminación?
–Una ordenanza visibiliza los problemas de discriminación y a los sectores que están históricamente excluidos. Se ven los problemas que esos grupos tienen para poder salir adelante. También tiene mucha importancia en el sentido más práctico. Las ordenanzas antidiscriminación logran, o pueden lograr, que las municipalidades actúen directamente ante algún problema que normalmente no se enfrentaba. El tema LGBT no está considerado como discriminación en el Código Penal, frente a un maltrato o un abuso que alguna persona pueda sufrir en un local o establecimiento no hay sanción penal, pero si puede haber una sanción administrativa.
UN PROCESO INCIERTO
¿Cómo se puede realizar esto?
–Se puede plantear ante el Instituto Nacional de Defensa de La Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) y ante la municipalidad. En el primer caso el proceso es largo, extenso, sumamente incierto, y tienes que pagar S/.38 solamente para presentar tu queja. La mayoría de víctimas de discriminación no se queja. Si en un distrito hay una ordenanza puedes quejarte y eso te permite una solución mucho más rápida. A diferencia de Indecopi, las municipalidades trabajan todo el día, si recibes un maltrato en un restaurante puede venir serenazgo y el área de fiscalización. Indecopi trabaja solo hasta las cinco de la tarde y no tiene una unidad de verificación como si la tienen algunas municipalidades.
¿Qué grado de eficiencia tienen las ordenanzas?
–La ordenanza puede quedar como un saludo a la bandera que no solucione ningún problema. Hay algunas municipalidades que lo hacen para quedar bien, o porque un regidor quiere quedar bien, y no porque sea un compromiso real. En cambio hay municipalidades como las de Miraflores o San Miguel que sí toman en serio el problema. También depende mucho de la ciudadanía: deben exigir, denunciar y lograr que cierto problema se ponga en la agenda.Hasta donde yo he visto es que si la municipalidad difunde la ordenanza, ya genera que la gente la conozca y que denuncie. Normalmente no son difundidas, por eso depende mucho de la sociedad civil. Cuando pusieron un cartel discriminatorio frente a la Pontificia Universidad Católica del Perú (el anuncio de Parejas Reales contra la Unión Civil) no te podías quejar anteIndecopi, porque no está anunciando un producto. Lo que se hizo fue averiguar en qué distrito estaba ubicado el cartel. En Pueblo Libre se pidió el retiro del panel y se logró hacer. El problema es que los municipios con ordenanza son una minoría y por eso puede haber muchos casos de discriminación que queden impunes.
LA ORDENANZA QUE NO PROSPERÓ EN LIMA
¿Qué tienen en común los municipios con ordenanzas antidiscriminatorias?
Es muy arbitrario, en algunos hay autoridades muy progresistas, en otras es simplemente es por quedar bien con un sector de la opinión pública o con la Defensoría del Pueblo. Depende mucho del contexto. Normalmente cuando hay esa visión positiva del alcalde, son ordenanzas difundidas que tienen esas características.
También hay alcaldes muy progresistas que no pudieron hacer nada como el caso deSusana Villarán.
–Villarán cometió un grave error, en lugar de hacer una ordenanza por todos los temas, ella lo hizo únicamente para la comunidad LGBT. Eso visibilizó de forma desproporcionada el asunto y además ella se rehusó a incluir a otros sectores en la ordenanza. Eso hizo que la iniciativa no tuviera aliados, ni las feministas, ni los afroperuanos… Ninguno apoyó una ordenanza donde se sentían excluidos y nunca se pudo aprobar. Muy cerca de ahí, Carlos Burgos, exalcalde de San Juan de Lurigancho, aprobó una ordenanza que incluía orientación sexual e identidad de género. Lo hizo en un esquema en el que se encontraban todas las causales y se pudo aprobar de esa forma.
¿Por qué es tan importante especificar las causas de discriminación en una ordenanza?
–Es importante por la visibilización. La ordenanza de Magdalena, por ejemplo, señala que se prohíbe la discriminación por raza, sexo, edad o cualquier otra índole. Diciendo por cualquier otra índole todo está incluido, pero cuando se dice específicamente orientación sexual es más fácil que la municipalidad actúe. Sobre el tema de identidad de género son muy pocas las que la han incluido, por eso es positivo lo que Miraflores ha hecho.
¿DENUNCIAR O CALLAR?
¿Cuál es el proceso para hacer una denuncia?
–Uno denuncia generalmente ante el serenazgo y ellos llaman a un área que se llama fiscalización. Ellos normalmente trabajan las 24 horas. Si me discriminan a las 3 de la mañana viene fiscalización y levanta un acta y con el acta se pasa a otro funcionario que le pide a la víctima que ratifique lo que pasó. En el acta también aparece lo que ellos constataron.
No solo es lanzar la ordenanza y ya. ¿Qué tiene que hacer un municipio luego deaprobaruna ordenanza?
–En Lima solo Miraflores y Villa El Salvador han capacitado a sus serenos y a sus autoridades para que sepan como actuar ante un caso de discriminación. Eso se debe de hacer para que la gente sepa actuar frente a un caso de discriminación.
¿Por qué pese a la ordenanza no se denuncia la discriminación?
–La denuncia implica un proceso de revictimización. La persona tiene que evocar una situación incómoda, un momento desagradable, totalmente muy doloroso. Denunciar un caso de discriminación es tan fuerte como denunciar otro tipo de afrenta porque va hacia tu mismo ser. Por eso es que más que pensar en denunciar, se deben crear políticas públicas preventivas como las capacitaciones y charlas.
Tomado de SinEtiquetas.org
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!