Guía de vigilancia a establecimientos de salud que brindan servicios de salud sexual y reproductiva

Es un derecho inherente a nuestra condición humana el gozar de “bienestar físico, emocional, mental y social en relación a la sexualidad” ello implica la “posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia”, pero ¿es esto posible para todos y todas?, y si somos Trans, Lesbianas, Gays o Bisexuales ¿Tenemos efectivamente la posibilidad de ejercer este derecho con propiedad? ¿Un adolescente puede plantear en una consejería que le gustan chicos de su mismo sexo? ¿Las personas trans acceden a los servicios de salud sexual y reproductiva? ¿Las lesbianas en la consulta ginecológica son consultadas por el médico respecto al uso del espéculo?

La salud sexual y reproductiva en el Perú está lejos de abarcar el modelo holístico de “un enfoque positivo e individualizado de la sexualidad y las relaciones sexuales” más aun cuando la población que demanda pertenece a grupos socialmente invisibilizados como parejas del ámbito rural, adolescentes o población TLGB.