Luis Larraín: “El matrimonio igualitario es lo que mejor simboliza la igualdad plena”
Luis Larraín es presidente de una de las fundaciones LGBTIQ más importantes de Chile. Iguales nació en 2011 para hacer incidencia política en favor de la Unión Civil que el expresidente Sebastían Piñera había prometido en su campaña electoral.
Hoy, Iguales ya viene trabajando en campañas a favor del matrimonio igualitario y recientemente ganó un fondo para impulsar el proyecto de ley de identidad de género en Chile.
¿Cómo empieza el proyecto de Iguales?
–La fundación Iguales se dio porque yo estaba trabajando en el gobierno y Piñera se había comprometido a impulsar una ley que regulara la convivencia de parejas del mismo y distinto sexo. En 2010 no ocurrió nada con ese tema y en 2011 había el riesgo de que quedara fuera de la agenda. Había mucha expectación de los medios y junto a otras personas empezamos a abogar por la importancia de que el presidente se hiciera cargo de su promesa electoral. Yo estaba dentro del gobierno, en la Secretaría General de la Presidencia, era una posición muy incómoda. Finalmente, terminé renunciando para tener más libertad de opinar. Me fui a estudiar fuera un par de años y ahí hubo un auge de los movimientos sociales de diversidad sexual.
¿Quiénes fueron tus aliados en Iguales?
–Pablo Simonetti y yo teníamos mucha atención mediática y política. Nos entrevistaban mucho, y nos dimos cuenta que no representábamos a nadie. Ahí surge la idea de crear una institución que pueda capitalizar todo este apoyo que teníamos. Queríamos sumar más gente y más personas para tener una incidencia más potente y más seria. Así fue que nació Iguales.
UNA LEY BASTANTE DIGNA
¿Cómo fue el trabajo de Iguales respecto al tema de Unión Civil?
–Desde un inició nosotros tomamos el tema como propio. De hecho, antes que existiéramos formalmente, Pablo y yo fuimos a reuniones para conocer los borradores de la propuesta que se estaba preparando, para dar nuestra opinión, y de ahí en adelante nos hicimos cargo de cada una de las etapas del proyecto. Expusimos muchas veces en la Cámara de Diputados y en el Senado. Finalmente, a puro trabajo y constancia nos transformamos en una voz autorizada sobre el tema. Fue un trabajo muy intenso y el proyecto fue aprobado finalmente. Una ley bastante digna que reconoce el carácter familiar que tienen dos personas y no solo el carácter patrimonial.
¿Iguales se encuentra satisfecho? Muchos dicen que se pudo ir por más.
–Yo creo que en las leyes siempre se puede ir por más. Y en este caso el gran tema ausente fue el tema de la filiación. Los niños con dos madres y dos padres en Chile están totalmente desprotegidos y ese fue un tema que no fue posible incluir en el proyecto por la época, por la voluntad política del gobierno, por muchas razones. Si empezáramos ahora a discutir un proyecto de esta naturaleza, habría más consenso. Cuando partimos en 2010 no era la realidad.
En Chile ya se está hablando del matrimonio igualitario, incluso antes de ser aprobado el pacto de unión civil. ¿Qué trabajos se vienen realizando?
–Nosotros desde que partimos como organización en 2011 tuvimos clara la meta del matrimonio igualitario. Creemos que el matrimonio igualitario es lo que mejor simboliza la igualdad plena, sin letras chicas, sin expresiones y sin excusas. Por eso, sigue siendo tan válido para nosotros, tanto por razones simbólicas como por razones prácticas. Es también un compromiso electoral de la presidenta Bachelet. Estamos pensando en campañas, redactando proyectos de ley. Estamos muy firmes trabajando en ese tema.
El matrimonio igualitario no sería la igualdad plena para todos. ¿Qué hay respecto a una ley de identidad de género o una ley que sancione verdaderamente los crímenes y actos homofóbicos?
–Nosotros somos unos de los autores junto a otras organizaciones que estamos redactando esa ley. En este momento la principal reivindicación política de todas las organizaciones de diversidad sexual es esta ley. Entendemos que las personas trans son las personas más vulnerables, más discriminadas. En 2013 estuvimos muy involucrados en la presentación del proyecto junto a Organizando Trans Diversidades (OTD).
LA LEY ZAMUDIO
Sobre la ley Zamudio, muchos dicen que es como un león sin dientes. ¿Qué se puede hacer para que aumente su eficacia?
–Es un proyecto que es bueno que exista por lo simbólico y por el hecho político que el Estado de Chile diga que no va a aceptar discriminación por ninguna razón, incluida la orientación sexual y la identidad de género. Pero, la verdad es que es una ley que no tiene elementos que vayan a cambiar estructuralmente la discriminación en Chile. No se hace cargo del problema en una forma global. Para acabar con la discriminación se debe educar, capacitar, hacer campañas masivas, acciones afirmativas. La buena noticia es que la modificación a esta ley es parte del programa de la presidenta. Esperamos que se cumpla su palabra.
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Para que el gobierno no sea un actor pasivo, ¿sería bueno que hayan personas LGBTIQ ocupando cargos políticos?
–Hoy tenemos un solo diputado que se dice gay. Hay un concejal, pero falta mucho en eso. No hay ninguna lesbiana y hay dos concejalas trans que son muy simbólicas en el mundo de la diversidad sexual, pero tampoco son tan conocidas. Este no es un año electoral, pero siempre hemos impulsado la participación y candidatura de personas LGBTIQ.
Si bien falta mucho por hacer, Chile tiene ya un gran avance comparado con otras regiones. ¿Qué cambio hubo en la sociedad chilena?
–Creo que ha habido un cambio paulatino que se ha ido acelerando en los últimos años. Creo que todo parte de la visibilidad. Hace diez años este era un tema que no estaba presente en las pautas de prensa, en la televisión, en la política. Hemos sido las organizaciones, activistas y algunas figuras de televisión poniendo el tema y hoy se conversa en todos los partidos políticos, en muchas empresas. Está en los medios constantemente. Todo el mundo está obligado a tener una opinión y el hecho de obligarte a ver un tema produce un cambio de mirada, dejar atrás estereotipos, ver que la discriminación existe. Lentamente la gente se va a dar cuenta de eso y las muestras de apoyo al matrimonio igualitario dejan ver eso claramente.
¿Cómo ves a Chile en 5 años en temas de leyes y en temas de cambios sociales y educativos?
–En cinco años espero que esté la ley de identidad de género, una ley antidiscriminación más potente, matrimonio igualitario con filiación; eso desde ya. Además, espero que la sociedad siga evolucionando. Que un LGBTIQ no tengan tantas menos probabilidades de acceder a un cargo de poder político o de poder económico, que no tengan tantas más probabilidades de suicidarse, que no tengan tantas más posibilidades de vivir en la calle. Que se vayan igualando todos los derechos y todas las oportunidades. Sé que no vamos a estar al final del camino, pero con leyes fundamentales vamos a estar enfocados en una etapa de educación, capacitación, fiscalización y concientización.
Tomado de SinEtiquetas.org para la sección #Empodera
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